Por Ricardo Bustos
«La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano» San Agustín (354-430) Obispo y Filósofo
A muchos nos gustaría, pero lamentablemente no podemos. La señora ex-casi reina nos pide que si no nos gusta la herencia recibida, se la devuelvan y como Ella también sabe que eso es imposible, se pavonea por cuanto mitín le preparan provocando a los opositores con ese argumento que da verguenza.
No creo que a la ex-presidente le guste cargar con la mochila de los $ 270.000.000 de deuda que nos dejó a todas y todos. Solamente la Dirección Nacional de Vialidad al finalizar su mandato, debía $ 14.000 millones y tenía mas de 1000 convenios de obras prometidas con provincias y municipios por $ 130.000 millones, algo que representa el presupuesto de 7 presupuestos anuales de la institución. Ni hablar de la educación en el nivel universitario si le recordamos a la señora que con las Universidades Nacionales dejó una deuda de $ 7000 millones, $6000 millones en la Secretaría de Vivienda con obras paralizadas o cobradas sin iniciar.
En fin, la herencia que dejó la abogada exitosa supera lo imaginable, aunque sería bueno recordar que desde 2005 hasta que dejó el sillón de Rivadavia, la gestión Kirchner recaudó 694.000 millones de dólares, cantidad suficiente para reconstruir un país que hubiera venido de una guerra.
La señora y sus seguidores se enojan cuando algún ciudadano le recuerda que inundó de ñoquis el Estado Nacional, entonces bueno sería recordar que su gobierno incrementó la cifra de personal de planta en un 64% con 3,3 millones mas porque al no tener credibilidad su «modelo», la actividad privada no incorporó gente a sus empresas.
Recuerdo cierto día, por mi tarea profesional, cuando un viejo dirigente (dos veces presidente) mientras aguardaba el anuncio para subir al palco, me dijo que «a los políticos tenes que darlos por muertos cuando los tocas y están fríos» y con el tiempo fui comprobando que aquella frase estaba presente en las actitudes de muchos que anunciaron su retiro y al final no soportaron la soledad y el olvido, los aplausos comprados, las masas colgadas de los colectivos pagados con el dinero que los punteros consiguen del Estado municipal, provincial o nacional.
A tal punto ha llegado el fracaso en la vida política actual, que dirigentes como Cristina Kirchner declaran con absoluta sinceridad que sus ansias de permanecer no se agotan. En un acto que presidió en las instalaciones del Club Atlanta, tuvo un gesto generoso al sincerar su presencia al decir que «Todos creen que el evento lo organizaron los radicales, pero en realidad lo organicé yo. Me preguntaban que si no me parecía extraño participar de un evento convocado por radicales, y les dije que no, porque mi viejo era radical».
Así está la mesa servida y solo faltan los cubiertos.
La señora no dejó títere con cabeza y le dijo a los presentes que «Claro que es una pesada herencia haber distribuido una netbook en el plan de alfabetización digital a los chicos (Tenemos cada día mas analfabetos desde que comenzó la década). Qué nos vienen a hablar de reparación a los jubilados…si fue nuestra gestión la que hizo énfasis en ellos», dijo la ex-presidenta, indicando que esa «fue la pesada herencia de la que hablan».
Le recuerdo a la señora que aún con el aumento que ha otorgado la gestión del actual presidente, la jubilación mínima de los abuelos llega arañando a los $5,600 y a ello se debe descontar la obra social o algún préstamo que con mucha suerte haya logrado el sufrido jubilado. Si tomamos como canasta de indigencia la suma de $ 12.000 no veo por que se enoja y nos recuerda que Ella es la autora de la «reparación histórica», algo que por cierto, tampoco ha logrado todavía el gobierno del Ingeniero Macri.
Como una reflexión de lector, no debe convertirse en historia o venganza, solamente pondré énfasis al comentar a quienes no han sido testigos directos, que aún permanecen en muchas rutas del país, los enormes carteles que indican «Aquí también la nación crece», con obras paralizadas hace mas de dos años, autopistas faraónicas iniciadas en lugares inhóspitos donde solamente transitan 100 autos y camiones por día, puentes abandonados a mitad de camino, rutas destruidas por el paso del tiempo, hospitales con décadas de abandono, escuelas con mas comedores que aulas, trenes nuevos con rieles destruidos, los tribunales repletos por causas de corrupción en su gobierno, planes sociales que no discriminaban a quien realmente debían ir y terminaban en manos de los punteros políticos para mantener cautivos a los ciudadanos el día de las elecciones y una infinidad de casos de abandono de personas por «no pertenecer al proyecto».
Quizá lo peor de la herencia que usted ha dejado , respetable señora, es la destrucción (literal) del tejido social, con enfrentamientos ideológicos en las propias familias y entre amigos, dejando al descubierto que las intenciones de su gestión eran solamente «dividir para reinar» en una nación que en su momento le brindó todo su apoyo y usted le devolvió venganza.
Llegado el caso que fracasen las instancias a nivel terrenal, quizá sea solo Dios quien le de fuerzas para afrontar todo lo que deba sortear desde ahora hasta que la justicia decida si es o no culpable por habernos dejado en la ruina a la mayoría de los argentinos, aún a los que fueron parte del «proyecto», el mismo que cumplió al pie de la letra el día que usted dijo «vamos por todo». Lo único que no se llevó es a los 13 millones de pobres e indigentes.
«La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano» San Agustín (354-430) Obispo y Filósofo
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556